CYBERPUNK KOWLOON
En sus orígenes, Kowloon era una fortaleza que el ejército japonés destruyó por completo. A principios de los años 70 comenzó a construirse sin regulación y continuó hasta convertirse en una única colmena urbana contigua.
Kowloon tenía una superficie de alrededor de una centésima de milla cuadrada, albergaba 350 edificios, casi todos de entre 10 y 14 pisos de altura y más de 33.000 residentes.
Era una mezcla desorganizada e hiperurbanizada de cultura y anarquía; de hecho, parecía un organismo enorme, con elementos estrechamente entrelazados que crecían como pilas unas sobre otras.
La falta de apoyo externo significó que la Ciudad Amurallada se construyó sobre sí misma en gran medida por sí sola, con el comercio y la industria mezclados en sí mismos, tal como lo produjo una población autosuficiente.
El mismo conjunto de condiciones que permitió que la ciudad creciera hasta convertirse en una masa orgánica que no ha sido duplicada también produjo su problema esencial, que a menudo se ha perdido en la traducción a medida que se canonizaba la historia de la ciudad: el aislamiento político, físico y económico de la ciudad dejó a sus ciudadanos atrapados dentro de sus murallas. La representación perfecta de la idea de la distopía ciberpunk.
La ciudad nació de las tensiones de larga data entre los gobiernos británico y chino. Fue engendrada por el acuerdo, completado en 1898, de arrendar Hong Kong a los británicos por 99 años, que no incluía la Ciudad Amurallada. Las autoridades de Hong Kong intentaron demoler gran parte del antiguo puesto militar en la década de 1930, lo que dejó a la antiguamente pequeña población de la Ciudad Amurallada a casi cero, y Japón continuó derribando el fuerte durante la Segunda Guerra Mundial.
Pero después de la rendición japonesa, China reafirmó su reclamo, lo que provocó la primera oleada de ocupantes ilegales que entraron en la ciudad. Estos eventos, combinados con la incapacidad de los británicos para controlar la Ciudad Amurallada, la dejaron en gran parte sin ley; un juicio por asesinato en 1959 resultó en que se asignara jurisdicción a Hong Kong, pero para ese momento, como señala el documental del Journal, la Ciudad Amurallada ya estaba arraigada. Atrae a los tipos habituales que se sienten atraídos por los países no descubiertos: criminales, soñadores, disidentes, refugiados y personas simplemente desesperadas. El resultado fue una ciudad-estado destartalada y muy aislada.
